Como bien sabemos, la seguridad y conservación de los alimentos se mantiene mientras son guardados dentro de un refrigerador, sin embargo, una temperatura tan baja para algunos alimentos puede alterar la calidad de los mismos, percibiéndose cambios en el gusto y la textura, esto debido al daño celular causado por los cristales de hielo que se generan por la congelación del agua que las componen.
Para evitarlo, un refrigerador debe configurarse a la temperatura adecuada dentro de un rango determinado según el tipo de alimentos, de manera que todo se conserve en el mejor estado por el mayor tiempo posible. Debido a esto, los refrigeradores domésticos cuentan con dos compartimentos diferentes: el de congelación (principalmente para productos cárnicos) y el de enfriamiento o conservación (para frutas, verduras, bebidas, etc.).
Dicho esto, para el fin de esta publicación, el caso que nos compete es la falla que hay detrás de la congelación de los alimentos en el área del conservador. Es por ello que en esta ocasión quiero contarte las 3 razones más comúnes por la que un refrigerador suele congelar todos tus alimentos en este compartimento.
Contenido
Causas del congelamiento de los alimentos
1. Ajuste incorrecto de la temperatura
Primero que nada y antes de sospechar si alguna pieza de tu refrigerador se encuentra dañada o no, lo más conveniente será comprobar que el ajuste de la temperatura esté configurado correctamente. Esto puede parecer lógico, pero aún a día de hoy siguen habiendo casos en donde las personas no saben cómo ajustar la temperatura de sus refrigeradores. Y es entendible, ya que puede resultar un poco confuso para algunos y ahora entenderás por qué. A continuación, te explico los rangos de temperatura de la forma más sencilla posible y sin entrar en tantos detalles o conceptos que puedan confundir.
Breve repaso de la emperatura
En definición, la temperatura es la medida de la cantidad de calor contenida en la materia (gas, líquido o sólido). Cuando medimos la temperatura de un objeto o ambiente, en realidad estamos midiendo la cantidad de calor que hay en él. Cuando decimos que algo está "frío", en realidad nos referimos a que aquello tiene poco calor o que contiene menos calor en comparación con otro, lo que nos da la sensación de estar frío. Dicho esto, podemos entender que la palabra "frío" es más bien una referencia que utilizamos para aquello que contiene muy poco calor o bien, una temperatura muy baja. Asimismo, cuando decimos que algo está "caliente", nos referimos en realidad que aquello tiene demasiado calor o presenta una alta temperatura.
Sabemos que las unidades de medida mayormente utilizados son los grados Fahrenheit (°F) y los grados Celcius (°C). Lo más común, al menos en México, es utilizar la escala de Celcius (o grados centígrados). Ahora bien, para entender cómo funciona la escala de temperatura es necesario partir de un punto en común, por ejemplo, 0°C. Los valores se pueden expresar en positivos y negativos a partir del 0°C. Si el valor asciende un grado a la vez (1°C, 2°C, 3°C...etc.), se dice que la temperatura aumenta o que el elemento en cuestión se pone cada vez más caliente, o bien, va ganando calor. Si por el contrario, los valores ascienden pero con signo negativo, un grado a la vez (-1°C, -2°C, -3°C...etc.), se dice que la temperatura baja o que está cada vez más frío; dicho de otra forma, va perdiendo calor.
Entonces, para el caso de los refrigeradores, mientras mayor sea el número en la escala positiva, la sensación será menos fría. Y mientras mayor sea el número en la escala negativa, la sensación será más fría. Para entenderlo mejor, puedes guiarte en el siguiente gráfico de temperaturas:
Temperatura en los refrigeradores
En los refrigeradores domésticos, la temperatura de conservación se puede ajustar entre 0 °C [punto más frío] y 8 °C [punto menos frío], mientras que la temperatura de congelación puede ajustarse entre -15 °C [punto menos frío] y -23 °C [punto más frío]. Es importante mencionar que la congelación o cristalización interna dependerá del tipo de alimento. De ahí la importancia del ajuste correcto de la temperatura.
Ahora bien, la razón por la que mucha gente no comprende cómo ajustar la temperatura de sus refrigeradores radica en que el modo de ajustarla es diferente en cada refrigerador. A continuación puedes ver dos métodos distintos y la explicación de por qué puede ser confuso si los comparamos.
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Imagen (1): Temperatura refrigerador LG de lg.com |
Como puedes apreciar en esta imagen (1), la configuración de temperatura es acorde a la escala descrita en la sección anterior. Según la marca y modelo de refrigerador puedes establecer la temperatura exacta en la que requieres la refrigeración y la congelación de tus alimentos de forma independiente. Esto para fines prácticos, resulta mucho más preciso a la hora de configurar, a diferencia de la siguiente imagen (2):
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Como puedes notar, el ajuste de temperatura es totalmente diferente. Los refrigeradores que utilizan este sistema, por lo general solo tienen un único regulador tanto para el conservador como para el congelador, por lo que debes ajustar un valor aproximado de temperatura comprendido entre los números del 1 al 5.
Para aquellos que comprenden la escala de temperaturas Celcius, pensarían que los números representan los grados centígrados, donde el número 5 corresponde a una menor temperatura (o dígase 5°C) frente al número 1 (o 1°C), pensando que ajustarla en este último hará que el refrigerador enfríe más y lo mismo a la inversa (esto lo sé porque personalmente pensaba lo mismo), sin embargo, no es así. Para los refrigeradores que cuentan con este sistema, el número 5 representa un mayor enfriamiento, mientras que el número 1 un menor enfriamiento, de ahí las expresiones Max y Mín, respectivamente. Nótese que no se especifica la temperatura exacta.
Para lograr el ajuste correcto de temperatura de un refrigerador, lo mejor será siempre leer el Manual de Usuario del propio aparato, donde seguramente especificará cómo ajustarla correctamente, aunque por lo regular, lo más recomendable es ajustarla en el punto intermedio, lo que en este caso sería el nivel 3 (Normal).
2. Termostato defectuoso:
En el caso de que ya hayas verificado que la temperatura de tu refrigerador está configurada de forma correcta, lo siguiente será comprobar una pieza clave para el buen funcionamiento de un refrigerador: el termostato. Esto aplica para aquellos refrigeradores que cuentan con sistemas de control análogos, ya que los refrigeradores que tienen tarjetas electrónicas, por lo general, trabajan con sensores de temperatura cuyo funcionamiento en conjunto es distinto, de los cuáles hablaremos en otra ocasión.
Por si no lo sabes, un termostato análogo o mecánico, es un dispositivo diseñado para regular la temperatura dentro de un espacio (en este caso, un refrigerador), el cuál se ajusta a través de una perilla o dial, activando y desactivando el compresor del refrigerador para que deje de circular el refrigerante a través del sistema, dejando de enfriar según sea conveniente. Estos dispositivos funcionan sin la necesidad de tener una alimentación eléctrica específica ya que se activan y desactivan gracias a la dilatación de los metales internos en función de la temperatura monitoreada a través de un bulbo.
Cuando este dispositivo falla, por lo general, sucede que los metales internos se quedan "pegados", evitando que el compresor se detenga y continúe funcionando indeterminandamente, a no ser que el refrigerador se desconecte de la corriente eléctrica manualmente o bien, el timer de deshielo realice el cambio de trabajo a modo de descongelación. Sin embargo, este cambio no es suficiente, ya que el tiempo de descongelación es demasiado corto, al rededor de 30 minutos, en comparación al modo de trabajo que puede llegar a durar hasta 10 horas. Si el termostato falla, el compresor estará funcionando durante esas 10 horas de forma continua, dando lugar a que la temperatura interior del refrigerador baje cada vez más hasta congelar los alimentos.
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Si crees que este podría ser tu caso, deberás comprobar el estado del termostato. Una técnica muy confiable para diagnosticar un termostato es sumergir el bulbo sensor dentro de un recipiente con hielo, al mismo tiempo que mides la resistencia (continuidad) en sus terminales eléctricas con un multímetro.
En condiciones normales (a temperatura ambiente) el valor resistivo debe ser 0.0 al mismo tiempo que el multímetro emite el sonido característico de continuidad. Pasados un par de minutos, si el multímetro está en buen estado, este pasará de 0.0 a mostrar las letras OL (Over Load) que significa que la medida es mayor que el rango establecido por el multímetro, comúnmente asociado a un valor infinito o que simplemente no tiene continuidad. En el caso contrario que el multímetro continúe indicando continuidad, significará que el termostato se encuentra en mal estado y deberás reemplazarlo.
Para garantizar los resultados durante el diagnóstico del termostato te comparto un par de consejos.
1. Asegúrate que el dial del termostato no esté en su nivel máximo, ya que durante las pruebas tardará más en alcanzar la temperatura de corte, lo que podría hacerte pensar que está defectuoso.
2. Asegúrate que el bulbo sensor está completamente sumergido en el hielo, ya que podría no detectar la temperatura de manera uniforme sobre su superficie y al igual que el punto anterior, podría llevarte a un resultado erróneo.
3. Por último, procura utilizar cubos de hielo sólido y no escarchado o nieve, ya que tiende a derretirse muy rápido, pudiendo quedar fuera de los niveles de detección de temperatura del termostato.
Si sigues estos consejos, te será muy fácil determinar el verdadero estado de un termostato.
3. Relay de trabajo en tarjeta electrónica defectuoso:
Las tarjetas electrónicas de los refrigeradores, por lo general, cuentan con dos relays principales: el de deshielo y el de trabajo. Para nuestro caso, por supuesto, hablaremos únicamente del segundo.
Por si no sabes qué es un relay de refrigerador, te lo explico brevemente. También llamado relé o relevador, se trata de un dispositivo electromecánico encapsulado en una pequeña carcasa que se solda a una placa PCB. Su alimentación, generalmente de 12 VDC, alimenta una pequeña bobina que, gracias al campo magnético, atrae una pequeña lámina unida a un resorte o parte móvil, la cuál actúa como un puente entre dos terminales eléctricas (127 VAC), permitiendo cerrar un circuito que, en este caso, alimenta al compresor del refrigerador. Cuando la bobina del relay deja de alimentarse, naturalmente, el resorte empujará la pequeña lámina que actúa de "puente", desactivando al compresor.
Los relays de refrigeradores se activan y desactivan a conveniencia gracias al funcionamiento en conjunto de los componentes electrónicos y la interpretación de señales enviadas desde el o los sensores de temperatura.
Cuando un relay de refrigerador falla, estos por lo general no desconectan sus terminales internas a pesar de que la bobina se encuentre sin energía. Cuando esto sucede, se dice que el relay se queda "pegado" o directo, lo que obliga al compresor del refrigerador a continuar trabajando indefinidamente, provocando que los alimentos al interior se congelen.
Para saber si esta es la verdadera falla, es necesario comprobar el funcionamiento del relay con un multímetro y, de ser el caso que se encuentre defectuoso, se deberá reemplazar por uno nuevo con las mismas características y especificaciones que el anterior.
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