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Funcionamiento de las hidrolavadoras
Su funcionamiento es en realidad bastante simple. Lo primero y lo más importante es tener un suministro de agua el cuál irá conectado a la máquina. Posteriormente, el flujo de agua será presurizado con la ayuda de un motor y distribuida a través de unas válvulas internas que descargan el chorro de agua a muy alta presión a través de una manguera conectada a una pistola o lanza de rociado.
Generalmente, la pistola o lanza de rociado permite regular el flujo de descarga de agua, haciéndolo más o menos intenso según se requiera.
Aunque muchas marcas manejan una cierta variedad de modelos y niveles de uso, las hidrolavadoras se pueden dividir en dos categorías: las de uso doméstico y las de uso comercial/industrial.
Por supuesto, las hidrolavadoras destinadas para el uso doméstico tienen una descarga de agua de menor presión y permite limpiar cosas tan cotidianas como el coche, ayuda a eliminar pintura suelta de las paredes, polvo, tierra o cualquier suciedad simple. Son destinadas para un uso más modesto de poco tiempo de uso.
Ahora bien, las hidrolavadoras comerciales/industriales cuentan con una presión de descarga de agua mucho más potente y su uso puede ser muy prolongado sin afectar su rendimiento y son perfectos, por ejemplo, para un negocio de lavado de coches.
Tipos de hidrolavadoras
Hidrolavadoras eléctricas: Estas cuentan con un cable de suministro eléctrico, el cuál deberá ser conectado a un tomacorrientes para que la máquina funcione. Si bien las hidrolavadoras de este tipo son muy ligeras y fácil de trasladar, su ubicación se encontrará limitada por el cable de alimentación y la distancia que pueda alcanzar con respecto al tomacorrientes. Son máquinas que generalmente pertenecen a la categoría de uso doméstico, es decir, para trabajos relativamente pequeños y livianos, además, debido a sus características estas máquinas son ideales para su uso en interiores y exteriores.
Hidrolavadoras a gasolina: Este tipo de hidrolavadoras cuentan con un motor de combustión interna, lo cuál los hace ser mucho más ruidoso que una hidrolavadora eléctrica, sin embargo, al no contar con un tomacorriente, se puede reubicar libremente sin limitaciones mientras está funcionando. Son normalmente de uso comercial/industrial para trabajos rudos y pesados ya que son máquinas de muy alta potencia. Debido a su motor de combustión interna y la fuerte emisión de gases peligrosos solo deben ser usados en lugares abiertos con buena ventilación.
Usos y precauciones de las hidrolavadoras
1. Aunque parezcan ser máquinas inofensivas, en realidad es necesario tener mucho cuidado al manipularlas, ya que la presión del agua puede ocasionar heridas desde leves hasta graves si se expone a alguna parte del cuerpo.
2. En cuanto a las máquinas que utilizan corriente eléctrica para funcionar, es importante asegurarse de que el cable de alimentación se encuentre en buen estado, ya que podría hacer contacto con el agua y generar descargas eléctricas a las personas cercanas.
3. Las máquinas que cuentan con entrada de detergente, es importante añadir productos que sean amigables con los mecanismos del motor, de lo contrario podría dañarlo. Esa información la podrás encontrar en el manual de usuario de la hidrolavadora.
4. Tener en cuenta la distancia y el ángulo de rociado del agua, ya que en superficies delicadas podría dañarla parcial o permanentemente. Lo más recomendable es probar en otras superficies hasta encontrar el punto adecuado.
Algo muy importante a destacar es que existen algunas hidrolavadoras que son autosuficientes y otras que no, es decir, que algunas son capaces de succionar el agua de un balde sin afectar su rendimiento o partes mecánicas y otras que no lo hacen o bien que sí consiguen hacerlo pero el fabricante no lo recomienda ya que podría dañar los mecanismos internos por trabajar en modo seco.
Lo ideal será revisar siempre el manual de usuario de la hidrolavadora para conocer su modo de funcionamiento, ya que esto podría ahorrar en gastos por averías.
3 aspectos para elegir correctamente una hidrolavadora
A la hora de comprar una hidrolavadora seguramente pensaremos en adquirir la más grande o la más potente, pero en realidad es importante tomar muy en cuenta el tipo de uso que le daremos, así como los siguientes aspectos:
1. Presión de la hidrolavadora: No siempre es necesario adquirir la más potente, ya que es probable que para el tipo de uso que se le dará a la hidrolavadora, ese exceso de potencia quede un tanto sobrada. Generalmete, la presión de las hidrolavadoras se miden en PSI's, y se pueden encontrar desde 1,200 hasta más de 2,500 PSI.
Por ejemplo, para limpiar vehículos como autos pequeños o motocicletas, es suficiente con una presión de hasta 1,500 PSI, mientras que para trabajos de limpieza a superficies extensas o camiones grandes, es necesario considerar una hidrolavadora con presiones por encima de los 2,000 PSI. Para trabajos simples, como limpiar una vereda, una bicicleta o superficies pequeñas, no se requieren más de 1,250 PSI.
2. Diseño de la hidrolavadora: Este aspecto es muy importante, ya que no solo importa qué tan bonita se ve la máquina, sino también las partes del diseño que ayudarán a fomentar un uso más cómodo del equipo, por ejemplo, si la hidrolavadora tiene espacio para portar accesorios pequeños como conectores, boquillas de la lanza, o un gancho para acomodar la manguera y el cable de alimentación. Además, conviene considerar si según el tamaño de la hidrolavadora, cuenta con ruedas para transportarla, etc.
3. Eficiencia de la hidrolavadora: Por último, otro aspecto muy importante a considerar es la eficiencia de la máquina, tomando en cuenta el consumo de energía (kW/h) y el ahorro máximo de agua (midiendo el caudal en galones por minuto [GPM]), especialmente considerando el uso al que será destinado; si es para uso comercial, probablemente esta información será de mucha importancia.
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