En términos generales, no es el voltaje lo que provoca daños a las personas, sino la corriente que circula por el cuerpo lo que provoca las lesiones e incluso la muerte, pues, se estima que se necesita apenas una décima parte de 1 amper para causar daños mortales a una persona.
Sin embargo, el nivel de peligrosidad se determina dependiendo de las condiciones en las que el cuerpo humano se vea expuesto a la energía eléctrica, y es aquí donde entran en juego tres de los principales términos de la electricidad: la corriente, el voltaje y la resistencia.
Primero, definamos de manera breve estos tres términos:
Corriente eléctrica: Se entiende por corriente eléctrica al fenómeno físico de desplazamiento o flujo de una carga eléctrica, generalmente de electrones, por medio de un material conductor. Se mide en amperes (A).Voltaje: Se puede definir al voltaje como la presión eléctrica o la fuerza que impulsa a los electrones a fluir a través de un material conductor. Se mide en volts (V).
Resistencia: Es la oposición o el impedimento que ofrece un material al flujo de corriente eléctrica a través de sí mismo, medido en Ohms (Ω)
Recordemos que un conductor no son únicamente los metales o los cables que se utilizan en las instalaciones eléctricas, sino que un conductor también puede ser nuestro propio cuerpo. Sin embargo, nuestro cuerpo tiene una determinada cantidad de resistencia, por lo cuál, la corriente por sí sola no es capaz de vencer y generar una descarga eléctrica en nosotros. Es ahí donde entra el voltaje. Mientras más elevados sean los valores de voltaje más fácil le será a la corriente vencer la resistencia que ofrece nuestro cuerpo.
Se estima que estando completamente secos, la piel ofrece una resistencia de al rededor de 4,000 Ohms, es por ello que se necesitaría una cantidad de voltaje considerable para que la corriente a traviese nuestra piel y pueda causarnos una descarga eléctrica, sin embargo, cuando la piel se encuentra mojada o húmeda, el valor resistivo se reduce a menos de la mitad, al rededor de unos 1,500 Ohms, por lo que se vuelve más fácil sufrir una descarga en esas condiciones.
También resulta interesante comentar que cuando se tiene una herida en alguna parte del cuerpo, dígase en la mano y con ella se hace contacto a un conductor energizado, por muy mínimo que sea el voltaje, podemos sufrir una descarga eléctrica igualmente, ya que al no tener el recubrimiento de la piel, la que mayor resistencia genera, le es más fácil a la corriente viajar por todo el cuerpo con un voltaje mínimo. De ahí que dependen las condiciones en las que el cuerpo se exponga a la electricidad para determinar el grado de peligrosidad de esta.
Muerte causada por descargas eléctricas
Se dice que la corriente eléctrica solo puede causar daños mortales (es decir, la muerte) siempre y cuando atraviese directamente por el corazón, sin embargo, no siempre es el caso. Según información de Medline Plus existen cuatro formas en que se pueden causar heridas mortales originadas por descargas eléctricas, que pueden ser:
2. Destrucción de los músculos, nervios y tejidos por la intensidad de corriente que atraviesa el cuerpo
3. Quemaduras térmicas por el contacto con la fuente eléctrica
4. Caerse de una altura considerable después del contacto con la electricidad
Por supuesto, todo esto depende del tiempo en que se tenga contacto con la corriente eléctrica y de la intensidad de esta.
En conclusión, el sufrir una descarga eléctrica mortal depende directamente de la cantidad de voltaje y corriente a los que se exponga el cuerpo. Esto quiere decir que si hay una cantidad de corriente elevada pero con valores de voltaje muy pequeños, no podría matarnos, tampoco si hay valores de voltaje elevados pero con valores de corriente muy muy pequeños. Son necesarios voltaje y corriente suficientes para poder matarnos, por lo tanto, en respuesta a la pregunta del título de este post, podríamos decir que tanto el voltaje como la corriente son peligrosos.
Vale la pena destacar que esto no quiere decir que tocar una línea de alto voltaje con muy poca corriente no podría hacernos daño. Cualquier exposición de mayor o menor intensidad puede provocarnos mucho dolor y en algunos casos ocasionar daños físicos graves, pero tal vez no hasta el punto de ocasionarnos la muerte.
Recuerda trabajar siempre con precaución y utilizar las medidas de seguridad adecuadas para cada trabajo para así prevenir cualquier accidente.
Te puede interesar: Electricidad | Prácticas seguras en el trabajo
0 Comentarios