
Cuando hablamos de sistemas de refrigeración, damos por hecho que al instalar o dar mantenimiento a uno de estos equipos, debemos cuidar que el interior del sistema se mantenga siempre limpio. Deben estar libres de agua, ácidos y otras sustancias que puedan dañarlos.
Un aspecto que solemos cuidar mucho cuando intervenimos uno de estos equipos es que en su interior no quede ningún rastro de humedad. Sabemos que si llegase a haber humedad puede ser malo para el sistema, pero... ¿Por qué? Esto es debido a que podrían producirse ácidos al mezclarse con el refrigerante que corroan el metal y sedimentos que lleguen a obstruir el dispositivo de control de flujo, esto sin mencionar los daños graves que traería al compresor, pues puede llegar a dañarse.
¿Cual es la solución para esto? Los filtros secadores.
Los filtros secadores, también llamados filtros deshidratadores, eliminan la humedad, el ácido, los sedimentos y partículas extrañas que puedan estar presentes dentro del sistema. Estos filtros son la solución para el problema planteado anteriormente, pues, son los encargados de eliminar cualquier sustancia que no sea el propio refrigerante o aceite que fluyen normalmente dentro del circuito de refrigeración y estos se mantengan siempre secos y limpios.
¿En que me beneficia el uso del filtro secador?
Además de eliminar la humedad, ácidos y demás sustancias como las mencionadas anteriormente, el filtro secador evita que el sistema llegue a obstruirse, es decir, taparse parte de la línea del circuito y consecuentemente traer problemas como un enfriamiento poco favorable o la protección parcial en el sistema por detección de baja presión en la succión y temperaturas demasiado elevadas en la descarga.
Estos problemas pueden ser ahorrados implementando el uso de los filtros secadores en los sistemas de refrigeración.
¿Qué tipo de control de flujo debo usar?
Como todo, será necesario tomar en cuenta una serie de condiciones para poder elegir correctamente el filtro secador que necesitamos, las cuales no se mencionarán a detalle en este momento pero sí que se mencionarán algunos aspectos.
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Fuente: Quimobásicos |
Por último, dentro de las consideraciones a tener en cuenta para la correcta elección del filtro secador se encuentran:
- La capacidad de retención de humedad: Es la cantidad de agua que el filtro secador puede retener a una temperatura dada.
- La capacidad del equipo: Los tamaños de los filtros secadores adecuados podrían venir dados en función de la capacidad de los equipos en TR o BTU. Aunque no es una consideración muy prioritaria, sí que se suele tomar en cuenta.
- La cantidad de flujo: Este es el flujo máximo de refrigerante que soportará el filtro secador. Los valores están determinados por las normas 710 de ARI y ASHRAE.
- La capacidad de retención de ácidos: Es la cantidad de ácidos que el filtro secador puede retener.
- La capacidad de filtración: La capacidad que tiene un filtro secador de retener partículas sólidas extrañas dentro del sistema.
- La seguridad: Esta consideración se basa principalmente en la presión máxima que puede soportar el filtro secador antes de romperse.
Los filtros secadores, aunque no son elementos vitales para el funcionamiento de los sistemas de refrigeración y aire acondicionado, sí que mejoran su funcionamiento y previenen posibles daños en un futuro. No importa si creemos que hicimos un excelente barrido y vacío, elegir correctamente los filtros adecuados e implementarlos en cada sistema ayudará a prevenir este tipo de inconvenientes.
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