
El aire se encuentra impregnado de agua. En términos generales, a esa agua contenida en el aire se le denomina humedad.
¿Cuántas veces, en los reportes del clima presentados en la televisión escuchamos hablar acerca de los niveles de humedad? Sí, infinidades.
Tal vez ese dato nos haya pasado desapercibido la mayoría de veces, sin embargo, cuando hablamos de aire acondicionado es un tema que no debemos tomar muy a la ligera. ¿Por qué nos interesan los valores de humedad? ¿Cómo podemos determinarlo? Y algo también muy importante, ¿Cuáles son los efectos de un mal control de la humedad?
Cuando hablamos de humedad, podemos referirnos a dos formas de esta: la humedad específica (He) y la humedad relativa (Hr).
Humedad específica: La humedad específica está relacionada con el peso efectivo del vapor de agua, comúnmente medido en gramos, contenido en un determinado volumen de aire, comúnmente medido en m³.
Humedad relativa: La humedad relativa es el grado de saturación del aire a cualquier temperatura de bulbo seco, es decir, la temperatura tomada con un termómetro normal. La humedad relativa se expresa en forma de porcentaje con valores que van desde 0 hasta el 100%.
¿Cómo se determina la humedad relativa?
Para determinar la humedad relativa (Hr) se emplean instrumentos llamados psicrómetros, los cuáles hay de distintos tipos: psicrómetros giratorios, psicrómetros de pared, meteorológicos, psicrómetro de Assmann, y psicrómetros digitales.
Los psicrómetros son instrumentos normalmente utilizados en meteorología para determinar el contenido de vapor de agua en el aire, es decir, la humedad relativa. Estos proporcionan una lectura directa bastante precisa.
En algunos psicrómetros es necesario calcular la humedad relativa a partir de la lectura de dos temperaturas, una de un termómetro de bulbo seco y otro de bulbo húmedo. El termómetro de bulbo seco se mantiene expuesto al ambiente conservándose seco durante el procedimiento, mientras que el bulbo húmedo se cubre con una mecha que permite que se sature de agua antes de tomar las medidas con el psicrómetro.
Cuando se empiezan a tomar las medidas, el agua de la mecha comienza a evaporarse, haciendo que disminuya la temperatura de esta y por tanto, la lectura del bulbo húmedo. Esto se hace hasta que el bulbo húmedo alcance su temperatura más baja. Una vez logrado, se observan las dos temperaturas y se determinar la depresión del bulbo húmedo. Esta depresión es una medida de la humedad relativa.
Esto es en esencia, el funcionamiento de un psicrómetro común y cómo es para determinar las lecturas de la humedad relativa, sin embargo, como ya se mencionó, existen psicrómetros digitales que facilitan mucho más el trabajo. De cualquier forma, si se desea determinar la humedad relativa de forma común mediante cálculo, podemos hacerlo con la ayuda de la siguiente fórmula:
Supongamos que la densidad del vapor (medida en g/m³) en este momento es de 10 g/m³, en una temperatura de bulbo seco de 20°C y la densidad de vapor de saturación a esa temperatura es de 17.3 g/m³, entonces, la humedad relativa es de:
Supongamos que la densidad del vapor (medida en g/m³) en este momento es de 10 g/m³, en una temperatura de bulbo seco de 20°C y la densidad de vapor de saturación a esa temperatura es de 17.3 g/m³, entonces, la humedad relativa es de:
Efectos de la humedad
Hemos hablado de los conceptos de la humedad y cómo determinarlos, pero, ¿De qué nos sirve todo esto? ¿Cuál es la importancia de conocer los niveles de humedad y para qué mantenerlo controlado?
Cuando hablamos de aire acondicionado, no es suficiente con enfriar el aire de un espacio, sino hay que considerar otros aspectos a la hora de mejorar el ambiente y así garantizar el confort de los usuarios. La calidad del aire es muy importante, y en esta tienen que ver los procesos de circulación y filtración del aire y los niveles de humedad contenida en él.
Hablando únicamente de la humedad, los efectos por el mal control de esta no se deben de tomar a la ligera, ya que dichos efectos pueden ser muy graves, no solo para los usuarios, sino para los inmuebles dentro del espacio. Veamos algunos ejemplos:
Si en el ambiente hay demasiada humedad, en los muebles se hará la presencia de hongos y moho en su superficie, de igual forma en los armarios. Los libros de una habitación podrían encontrarse húmedos.
Sin embargo, el problema no solo afecta los objetos dentro de un espacio, sino a las personas que habitan en él. Cuando hay altos niveles de humedad en el ambiente, este se vuelve muy pesado, las personas podrían mostrarse fatigadas y sin energías y el descanso durante las noches podría tornarse muy difícil y poco placentero.
El control de la humedad es muy importante cuando hablamos de acondicionamiento de aire. Tener en consideración cada uno de estos aspectos ayudará considerablemente a mejorar la calidad del ambiente en el que habitamos y a sentirnos cómodos, incentivándonos a realizar nuestras actividades más eficientemente y con mayor energía.
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